Migrar a realizar clases de forma virtual nos trae muchos desafíos para cumplir con los objetivos pedagógicos propuestos. Para eso es muy importante desarrollar la capacidad de realizar mejora continua de tus clases virtuales y asegurar que te estás adaptando a esta nueva realidad.
Te compartimos algunas preguntas que te pueden ayudar a recibir retroalimentación de tus estudiantes:
- ¿Qué les aportó la sesión?
- ¿Qué podríamos realizar mejor la próxima clase?
- ¿Alguien tuvo problemas de conexión?
- ¿Cómo estuvo el ritmo de la sesión?
- ¿Qué no quedó claro o no se entendió bien?
- ¿Con qué preguntas se quedaron para abordarlas la siguiente clase?
- ¿Qué nota le pondrían a la sesión?
- ¿Qué nota se pondrían como participantes de la sesión?
Dependiendo del tipo de clase aborda las preguntas anteriores de la forma que más te acomode:
Deja tiempo para evaluar al final de la clase
Si dejas 5 minutos al final de cada clase para evaluar podrás recoger las preocupaciones principales de tus estudiantes y al mismo tiempo recibir retroalimentación.
Conversa en privado con estudiantes
Desde la segunda o tercera sesión, pídele a algunos estudiantes que se queden conectados al término de la sesión y ten una conversación sobre qué se podría realizar mejor.
Envía un formulario de evaluación
Otra forma es diseñar un formulario de Google que permita recibir feedback de todos los estudiantes al término de cada sesión. Para eso puedes realizar una copia de nuestro formulario propuesto, editar según tus necesidades y enviar a todos tus estudiantes al terminar la sesión. Ve un template aquí, realiza una copia acá.
Te sugerimos que vayas regulando la frecuencia y mecanismo con el que evalúas tu clase. Si se convierte rutinario para tus estudiantes la evaluación podría perder valor.
Fernando Brierley – Linkedin
Sebastián Balmaceda – Linkedin